Una de estas barandas metálicas se encuentra pasando el trillo de la av. Virgen de Cotoca, donde hay un puente peatonal. En este tramo el ciudadano tiene dos opciones: una es pasar por el puente y otra, por el paso peatonal regulado por semáforos. La mayoría evita utilizar el puente y prefiere caminar hasta el punto donde acaban los protectores para luego cruzar la vía, poniendo en riesgo su vida. “Cuesta mucho subir el puente, eso está bien para los chicos que salen del colegio”, opinó Claudia Jiménez, que a diario llega a este sector donde por las tardes trabaja como ayudante de cocina y obligadamente debe cruzar la carretera.
Ella no es la única que no respeta las barandas. Mucha gente les hace lance y cruza por donde quiere, situación que la expone al peligro porque en muchas situaciones las motocicletas también circulan entre medio de los motorizados y son un peligro para los peatones.
Las barandas se colocan en lugares de alto tráfico donde hay gran afluencia de peatones. Eso se puede observar en la avenida Cristo Redentor, donde se han puesto protectores entre el tercer anillo interno y el externo para que la gente pueda seguir la señalización del semáforo y pasar por donde corresponde. La misma situación se vive en otros sectores como las avenidas Busch y Centenario, donde los estudiantes de la universidad Gabriel René Moreno cruzan a diario entre el campus y los nuevos módulos.
En la segunda fase
En la instalación de estos protectores la Alcaldía inició la segunda fase, pues la primera comenzó el año pasado.
Son vallas metálicas de alta resistencia. Fueron diseñadas para soportar choques de motorizado, como ya ha sucedido y han sido de mucha utilidad. La inversión prevista para toda esta gestión es de Bs 800.000, pero otro monto se invirtió el año pasado. En la Alcaldía informaron de que la colocación de estos materiales se hará en los sitios donde hagan falta
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