Agredidas verbalmente por los conductores y varias veces empujadas por los automóviles, los educadores urbanos de Sucre, más conocidos como “cebras”, cumplen su trabajo sin contar con un seguro de vida.
A pesar de estar diariamente en las calles de la ciudad, a la exposición de algunos conductores que más allá de incumplir con las normas de tránsito, varias veces agreden de diferentes maneras a los educadores; sin embargo, las personas que realizan este servicio no cuentan con seguro de vida, aunque sí uno de salud para accidentes, informó la responsable del Proyecto Cebras en Sucre, Fátima Núñez.
Tras el fallecimiento de una cebra en Tarija hace algunos días, por el atropello de una volqueta conducida por un ebrio, preocupa la falta de seguridad en la labor que realizan los educadores en Sucre.
Actualmente, en Sucre, las cebras cuentan con seguros médicos que cubren accidentes, además de que los equipos que se encuentran en las calles, reciben una capacitación especial.
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