Del 29 de enero al 18 de noviembre el monitoreo de los buses interdepartamentales que cuentan con dispositivos GPS (geolocalización) permitió detectar y frenar 34.000 casos de exceso de velocidad en las carreteras del país.
El mayor Carlos Alcázar, director del Sistema de Monitoreo Vehicular (Sismove), informó que ninguno de los 801 vehículos que cuentan con GPS sufrieron accidentes desde que el sistema fue puesto en marcha.
Cuando un bus excede los 80 kilómetros por hora, el Sismove llama al teléfono móvil del chofer. Hubo casos en los que se tuvo que amonestar verbalmente a los conductores hasta cuatro veces en un mismo viaje, dijo el jefe policial. “Se molestan, nos riñen, hasta apagan su celular”. En el Centro Nacional de Monitoreo se detecta el abuso de velocidad y los agentes a cargo dan la advertencia a la Policía Caminera para que en las trancas notifique al chofer.
Entre el 14 y 15, el Sismove registró 48 casos de exceso de velocidad y Trans Copacabana tiene el registro más alto. Juan Gutiérrez, administrador de la empresa, aseguró que el informe es falso porque “al momento se activan los dispositivos y la Policía llama para reportarnos”.
El 29 de enero, el Ministerio de Gobierno, en alianza con Entel, inició la instalación de los primeros dispositivos GPS (Sistema de Posicionamiento Global) en buses interdepartamentales, debido a la cantidad de fallecidos en accidentes en enero, 65 en tres días, por citar un ejemplo.
“Se han tenido accidentes, pero no con flotas que están con el GPS”, indicó el mayor. La empresa Bolívar tiene más de 120 buses con el dispositivo; Trans Copacabana SA, 70; Trans Azul, 30; Buses Potosí, 86, informó el mayor Ricardo Terrazas, del Viceministerio de Seguridad Ciudadana. La meta era instalar 2.000 GPS hasta el 29 de julio, sin embargo ésta no se cumplió.
El Sismove también reportó que la cantidad de denuncias a la línea 800-10-0004 bajó considerablemente. De 12 y 17 llamadas por día en enero y febrero, el 15 de noviembre —por ejemplo— sólo hubo una.
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