Pareciera que con los años el uso de la bicicleta en Tarija está perdiendo adeptos, pese a que en la ciudad resulta práctico el transportarse en bicicleta ya que no requiere combustible y es barato.
Este medio de transporte, tampoco necesita parqueo, preserva el medioambiente, es silencioso. Las caídas y accidentes tienen un porcentaje menor de lesión grave y es un medio de transporte que permite ejercitarse por lo que además es saludable.
De esta manera, las ventajas parecen infinitas sin embargo a todas ellas el principal argumento que se antepone, al menos según indican algunos representantes de la población tarijeña, es que el usar bicicleta en las calles de Tarija puede ser un riesgo a la vida por lo que para muchos representa incluso un intento suicida ya que se considera además que el tráfico vehicular automotor urbano aumentó y es sumamente agresivo.
En un sondeo de opinión realizado a través de las redes sociales sobre si se consideraba o no que el tráfico vehicular era agresivo en Tarija, en un rango de 20 personas que se prestaron amablemente a expresar su opinión, todos aseguran que en efecto el tráfico vehicular en Tarija es muy agresivo ya que no existe consideración por la vida de los peatones ni respeto por las normas de tránsito.
De igual forma se consultó cómo se autocalificarían, en porcentaje de uno a diez, sobre su propia actitud a las normas de tránsito vehicular, la mayoría se admitió irresponsable situándose en un rango de 3 a 5 como promedio, las 20 personas partícipes del sondeo en redes sociales, admitieron que con regular frecuencia infringen una que otra norma de tránsito.
Ante tal panorama de una autoaceptación de que más allá de la crítica tampoco se tiene una actitud responsable para acatar las normas y preservar la seguridad en las calles de Tarija, el uso de la bicicleta como transporte urbano se asume a riesgo propio de sufrir cualquier incidente pues no existen demarcaciones ni ciclovías en el centro urbano que tomen en cuenta la seguridad de los ciclistas.
Promoviendo el ciclismo
Pero a pesar de esto, últimamente muchos grupos tratan de promover el ciclismo urbano en Tarija como medio de transporte, desde el comité organizador del Día de la Amabilidad que alienta la actividad por considerarla una alternativa de circulación vehicular respetuosa y cordial entre ciudadanos, hasta el propio Concejo Municipal que aprobó la licitación para el ensanchamiento de aceras en el casco viejo de la ciudad con el objetivo de que el peatón y el ciclista se manejen a sus anchas.
El presidente del Consejo, Rodrigo Paz, a tiempo de resaltar el objetivo que es el de hacer valer los derechos del peatón y el ciclista para la circulación segura por las aceras y calzadas de la ciudad, dijo que otro propósito que impulsa la iniciativa tiene que ver con la lucha contra la contaminación del medioambiente, además de la contaminación acústica.
Si bien la iniciativa plantea una imagen menos conflictiva y más segura para los transeúntes y ciclistas, el problema realmente consiste y depende de una verdadera conciencia asumida sobre educación vial con participación ciudadana; así lo indica el director de Tránsito, Ángel Mantilla Gemio.
“La educación vial se debe dar desde las escuelas con clases de cultura vial para fomentar el respeto, conocer las normas viales”, opinó a tiempo de estar de acuerdo en que también se hace necesario el acompañamiento de las autoridades de gobierno para que ponga de su parte ya que en Tarija no existen vías para los ciclistas”, añadió.
También mencionó que si todos los ciudadanos cumpliesen con las normas, respetando las señalizaciones y la integridad física del prójimo se evitarían los frecuentes accidentes que diariamente se tienen que lamentar con pérdidas de vida.
De tal manera dijo que las normas están hechas para automovilistas, moticiclistas y ciclistas; sin embargo invaden carriles, se pasan las señales de alto, no respetan preferencia-añadió, aunque reconoció que desafortunadamente los ciclistas corren muchos más riesgos.
“Ojalá y todas las personas actuaran con responsabilidad, así tendríamos una ciudad con calles más seguras”, agregó el director de tránsito lamentando que prevalezca la mentalidad colectiva, desde conductores hasta peatones, por no seguir las reglas.
En “Bici” a propio riesgo
Los atropellos son un riesgo que los ciclistas en Tarija deben pasar a diario, así lo aseguran los consultados en la bicicletería “Díaz”, ubicada en la calle Colón y Alejandro del Carpio.
Emerson Medina, es un ciclista tarijeño muy destacado, la bicicleta es más que un transporte un deporte que le apasiona destacando en primeros lugares de competencia, alienta a la juventud tarijeña a animarse a hacer más uso de sus bicicletas, aunque reconoce los riesgos que puede implicar hoy en día el transitar por la urbe o por las carreteras descongestionadas por donde además circula el transporte pesado lo que no deja de ser un peligro latente a la integridad física del ciclista.
Lidiar con los automovilistas hace cada vez más difícil utilizar la bicicleta, comenta el ciudadano Rogelio Chávez mientras parchan la rueda delantera de su bicicleta y cuenta que hace poco sufrió una amarga experiencia.
“Hace dos semanas venía por la calle Méndez ingresando a la circunvalación cuando un auto se pasó el alto, no me atropelló de milagro pero me hizo caer por lo que quedé todo raspado con una contusión en el codo, afortunadamente no pasó a mayores pero así lastimado en el suelo da mucha rabia que sean tan brutos de no respetar la preferencia, ni lo semáforos. Hace mucha falta la cultura vial en la ciudad”, se lamenta.
Otro ciudadano en bicicleta comenta que venía pedaleando a las ocho de la mañana desde el colegio San Luis por la calle Ingavi, cuando antes de llegar al cruce de la calle Sucre un taxista lo orilló como si fuera invisible para tomar la curva dejándolo sin espacio, lo hizo caer y quedar en el piso tirado con más humillación que daños, aunque quedó adolorido y cojeando todo ese día.
Existen iniciativas en Tarija que toca aplaudir como el que Tránsito brinde charlas en colegios y difunda información sobre normas de seguridad. Están también las “Cebritas”, que entre ayuda y juego hacen respetar el paso peatonal pero toca la tarea más importante dirigida a la colectividad: Reflexionar y profundizar en la propia actitud responsable porque con conciencia individual y esfuerzo personal por acatar las normas de seguridad se marcará la diferencia para lograr una urbe tarijeña más segura.
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