Ayer se aprobó la ley municipal que declara a las Cebras "Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Ciudad de La Paz”. El presidente del Concejo Municipal, Jaime Bravo, señaló que esta medida ayudará a proteger la propiedad intelectual de estos personajes que han cruzado las fronteras y desde hace más de 13 años educan con amor y respeto a la población.
"Tenemos una muy buena noticia”, anunció el presidente del Concejo con una sonrisa al referirse a uno de los personajes más queridos de los paceños. "Hace algunos minutos (ayer en la mañana) hemos aprobado una ley que declara a las Cebras Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Ciudad de La Paz”, confirmó.
La autoridad explicó que esta medida no sólo protegerá el derecho intelectual de las educadoras ciudadanas, sino que reforzará su papel y crecimiento dentro del municipio.
"La Cebras tienen problemas laborales que deben ser subsanados. Ahora serán apoyadas con otro conjunto de normas que se van a atrabajar para protegerlas de todos los peligros a los que están expuestas por trabajar en las calles”, dijo Bravo.
Las Cebritas nacieron en octubre de 2001, durante la gestión del alcalde Juan Del Granado, cuando un grupo de 24 jóvenes entusiastas recorría las calles en "cuatro patas” con el objetivo de educar en viabilidad. Tiempo después, erguidos y con accesorios muy urbanos, estrenaron los trajes de rayas blancas y negras que se complementaron con tiernas máscaras. Así nació la imagen inconfundible de las Cebras paceñas.
Encabezadas por Kathia Salazar, "la mamá Cebra”, su primer trabajo fue el de informar a la ciudadanía sobre la implementación del entonces nuevo "Plan de tráfico, transporte y vialidad”. Con el tiempo las funciones de las rayadas educadoras se ampliaron hasta convertir a las Cebras en un ejemplo de una convivencia en la que prima el respeto y amor.
Durante estos más de 13 años las Cebritas han crecido de 24 a más de 200 y se han constituido en parte del imaginario de la población paceña. Su fama ha cruzado fronteras ampliando su familia a otras ciudades del país como Sucre y Tarija, en 2008 y 2012, respectivamente.
El programa social y pedagógico Cebras ofrece a sus voluntarios la oportunidad de trabajo y estudio a partir de su actividad en las calles.
En enero, cuando se sintió la ausencia de las educadoras en La Paz, se creó un movimiento virtual de la ciudadanía que, por medio de las redes sociales, exigió que las Cebras vuelvan. Semanas más tarde, después de terminar una capacitación, las rayadas amigas volvieron.
"El espíritu Cebra no es sólo un disfraz, es una segunda piel que uno lleva adelante todos los días, en un trabajo por la ciudad y por los ciudadanos paceños”, finalizó el presidente del Concejo.
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